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Loa Alla Città di Roma
SI TODAVÍA NO FUE A ITALIA, MÍRESE “A ROMA, CON AMOR”
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por Delfina
Morganti.
Quizás sea esa atmósfera de sabia perspectiva sobre los hechos más mundanos lo que nos contagia Allen con facilidad, o quizás sean las ciudades que elige para filmar y cómo las muestra, o el modo en que la trama siempre se adecua a la geografía que a él más le gusta. Lo interesante de Allen es que comparte su arte, nos deja vivirlo desde su propia óptica, nos cede una porción del quehacer placentero que debió implicar el armado de piezas para esta última tanda de películas entre las que se cuentan You Will Meet a Tall Dark Stranger [Conocerás al hombre de tus sueños], Midnight in Paris [Medianoche en París] y su preciosa To Rome, with love [A Roma, con amor]. Ah... Woody Allen... Pienso en él y no puedo evitar pensar: "Sí que se está dando cada gusto este tipo..." ¡Y bienvenido sea!
Felice di stare quaggiù!
Se podría pensar que la última película de Woody
Allen, To Rome, with Love lleva por título la que fuere una dedicatoria casi autográfica del director a la ciudad que le prestó sus calles, sus colores y sabores para filmar su último film. Que Allen lo pintó con lúcido amor no da lugar a dudas: su obra resulta en una deliciosa conjunción de historias cruzadas siempre mimadas por un exquisito acento italiano, lo cual no deja de ser un auténtico deleite para todos los sentidos, incluido el paladar más difícil y hasta las papilas menos gustativas.
El argumento reúne una serie de tópicos tan propios della bella Roma como universales, pero es el toque de ingenio humorístico (o humor ingenioso) al mejor estilo Allen lo que acaba por ofrecernos un gustoso bocado audiovisual. A Roma, con amor hace reír hasta al espectador menos conformista, y casi que embriaga a los que fuimos por más después de ver Medianoche en París y Conocerás al hombre de tus sueños. Para los argentinos en particular, ya sea que hayamos pisado o no suelo italiano, la música de A Roma, con amor nos suena familiar, nos queda cerca, nos lleva un poco a pensar en nuestras raíces.
A diferencia de las últimas dos producciones de Allen, en esta película priman las escenas diurnas, por ejemplo en la famosa Piazza del Popolo, donde se pierde la dulce Milly (Alessandra Mastronardi), o bien entre las ruinas de Villa dei Quintilli, donde el paisaje es testigo (¡y es culpable!) de los impulsos prohibidos del joven "red social" (Jesse Eissenberg). Entre los más reconocidos miembros del elenco se encuentran Judy Davis, Penélope Cruz, Alec Baldwin, Ellen Page, Roberto Benigni (el inolvidable y emblemático protagonista de La Vita è Bella) y, entre otros no menos importantes, hasta el mismísimo Woody Allen, que se pone en la piel de jubilado amargado con atisbos de visionaria inspiración artística.
Personajes: Michelangelo y Hayley. Fondo: Fontana di Trevi |
Imposible no identificarse con (más de) un rol en esta película; imposible no ser o haber sido alguno o todos ellos siquiera por un instante de vida. A pesar de algunas aparentes incongruencias argumentales, Allen apuesta nuevamente a historias que emanan moraleja. Toda la película es una comedia/sátira de embrollos que bien podrían contarse en una escena de la vida real, en tono anecdótico y sobremesa mediante, doppo aver mangiato la pasta al dente insieme alla nostra cara famiglia.
1. Roberto Benigni. 2. Alec Baldwin. 3. Penélope Curz. 4. Woody Allen. |
E incominciavo a volare
NEL CIELO INFINITO...
Ver A Roma, con amor es como abrir una ventana y respirar aire fresco (¡y no tanto!): en vez de toparnos con los pajarillos cantantes, las nubecillas danzantes y los obnubilantes rayos del sol, nos encontramos con los personajes más extraordinarios y a la vez mundanos al desnudo. Sin necesidad de recurrir a las famosas terceras dimensiones de nuestra era, Woody Allen se da el gusto de alcanzarnos la lupa para hurguetear en la vida de tipos escandalosos, increíbles pero reales, sencillamente humanos, plausiblemente realistas y verdaderamente entrañables. Todas las máscaras están allí, todas las facetas y momentos del ser humano son bienvenidos en un film que es de Allen para el mundo. Desde el jubilado obstinado que no se dará por vencido; el tránfuga oportunista que se sabe sedu(a)ctor; la alocada e impulsiva muchacha de las artes y el mundo—hasta se encuentra uno con el melodramático cantante lírico frustrado; ¡el director de orquesta que no se sabe frustrado!; la psiquiatra que todo lo intuye, lee y descifra; el hijo aguafiestas que todo lo rechaza; el joven desromantizado por la rutina y, por si eso fuera poco, no nos falta la dulce niña que, bajo un manto facial de "Alicia en el País de las Maravillas, Yonofui", esconde una mujer traviesa que se lanza de cabeza, y sin dudarlo, a la primera astucia del destino.
A Roma, con amor es una de esas películas que nos retrotraen a los viejos tiempos, con un humor ingenioso pero inofensivo, nostálgico pero ineludible. En tren de un estilo diferente, el director parece estar escribiendo esta serie de argumentos atados a las geografías que más lo inspiran. En cada una de ellas se lee un fragmento de vida, se respira la esencia humana y la sabia percepción que alcanzamos después de haber transitado un par de malos tragos—¿será este, en efecto, el caso de Allen?
En fin, la pantalla se convierte en un visor, un calidoscopio que embelesa, que deja al ojo menos curioso con ganas de ver más. Allen otorga a cada actor el papel que sabe que le calzará justo, (casi) perfecto, incluso aquel que se entrega a sí mismo. Hay rastros del ambiente fantástico de Medianoche en París en las escenas que comparten Baldwin y el "chico red social", pero estas historias cuajan con la música de Roma, con la ópera dei Pagliacci y el Volare majestuoso mutado en marcha del final.
Con A Roma, con amor uno paga por una entrada al cine y acaba por darse el gusto del año: un tour multisensorial por el embriagador escenario romano. La estética del todo, el llamado al sexto sentido y un libreto admirable hacen de esta película una experiencia de auténtico éxtasis cultural. ◘ ◘ ◘
TRADUCCIÓN DE LA TRANSCRIPCIÓN DE CITAS EN RECUADRO
*WOODY: Todo lo que escribo suena mejor en
italiano. Suena, en fin, suena… Cuando lo digo en inglés, suena bien. Pero
cuando lo escuchás en italiano, suena como una película de verdad.
**BENIGNI: … Era muy secreto. Cuando el
Sr. Allen me mandó el libreto llegó una señora muy hermosa que me dijo: “Lea
esto en diez minutos y me lo devuelve, aquí no ha pasado nada” […] ¡Fue algo
extraordinario! […] Realmente tenemos a mi derecha a una de las personas por
las cuales nuestro siglo hará historia […] Todavía me siento muy emocionado
dado que, seguramente, si en unos cien años a alguno se le ocurriera filmar una
especie de Midnight in Paris o Midnight en otro París, así como él
incluyó a Matisse nosotros podríamos poner a Woody Allen en esa película [...] Por
lo tanto... Es una de esas situaciones en las que se dice: "Sííííííí!” Como
cuando nos pasa que encontramos algo hermoso… Tener a Woody Allen aquí es muy
raro, que filme en Italia… Es como un eclipse de luna, como que nieve en agosto…
***BENIGNI: Al final de un día de rodaje pasaban las mismas cosas que pasaban en la película. Todos nos seguían (con ademanes de sacar una foto), los paparazzi… En La Garbatella me ocurrió
que, una vez finalizado el rodaje, pasó una ambulancia con la sirena apagada… Me vieron por la calle, frenaron—¡con la sirena!—dieron marcha atrás,
se sacaron dos fotos conmigo y salieron corriendo, gritando: “¡Vamos, Benigni,
carajo!” Mr. Allen me dijo: “Only in Italy, only in Italy”, que bien podría
ser el título del film, Only in Italy (Únicamente en Italia).
****WOODY: Cuando llego a un lugar para filmar una película,
les entrego mi propia impresión de ese lugar, las cosas que a mí personalmente
me llaman la atención por su dramatismo o comicidad, aquello que sería divertido ver.
No cuento con conocimientos profundos sobre la política en Italia, para nada, ni
sobre la cultura italiana... Trato de hacer una película que se desarrolle en Roma y que
resulte entretenida a la vista de la gente.
*****WOODY: Ni yo estoy seguro de qué es con
exactitud […] Sí se trata de un auténtico turista que llega a Italia, que ya vivió
allí antes y sale a caminar… Luego pasa por esta experiencia... Y ni siquiera sé
si de verdad la vive como una experiencia o si es en parte un recuerdo, o una fantasía,
o si Jessie fue Alec cuando era joven [...] La verdad es que ni yo sé muy bien
de qué se trata, sólo sé que en el momento en que lo representan, me parece
bien. Creo que puede dar lugar al tipo de interpretación que cada uno quiera
darle […] ◘ ◘ ◘
Una comedia de enredos. De enredos entre historias que lo único que tienen en común es transcurrir en la impactante Roma. Mirar esta película es una experiencia multisensorial e intelectual a la vez: deleita desde lo visual, lo auditivo y hasta lo gustativo pero a la vez tiene un ingenio que la hace única.
ResponderBorrarPenélope è eccezionale nel film!! Combina lo visual y lo interesante de una prostituta, no es sólo un envase bonito sino alguien que ha vivido y tiene la sabiduría de la experiencia. Me encanta el personaje.
Otro tanto para Woody. 5 estrellas.
SI ME "PARAFRASEÁS" en tu primer párrafo espero que sea porque pensás parecido y no por la influencia. Woody volvió a la actuación además, le calza bien el personaje que se adjudica...
ResponderBorrarD.
:O ¡¡Mil perdones!! Juro que al llegar al final me había olvidado como empezaba la crítica. Al leer tu comentario volví arriba y vi el tremendo parecido que hay entre mi comentario y esa parte de la crítica. Perdón, no fue intencional.
ResponderBorrarHarold Bloom tiene para otro ensayito jeje. I quite thought about that, subconscious treason!! LOL.
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